jueves, 12 de mayo de 2011

Hablando de... Miel

¡¿Qué haríamos sin Jesús Ángel Rodriguez?!  Hoy: "Miel"


“Miel” de Semih Kaplanoglu

Hoy, como prometí, vamos al cine con mayúsculas. No va a ser necesario hacer esta crítica muy larga ya que lo único realmente inteligente que se puede hacer es ver la película.
 
Una fotografía excepcional , de las que probablemente implica días y días buscando la luz adecuada, la hora bruja adecuada, la tormenta o la niebla adecuada. Un guión con apenas diálogos que son compensados plenamente con una colocación e intencionalidad de planos que nos deja totalmente pegados a la historia de Yusuf, un niño (magistralmente dirigido y elegido) con una enorme sensibilidad que apenas le permite abrirse al mundo, salvo cuando ese mundo es explicado o visto a través de su padre. Sin embargo un día  éste desaparece en el bosque intentando encontrar o recolonizar con abejas los paneles de miel con los que comercia. Yusuf entrará en la oscuridad de un mundo incomprensible sin su papá.

 El que les habla es un furibundo crítico de aquellos directores que plantan un plano de media hora que aburre a Matusalén, pero esta no es una película de planos incomprensiblemente largos, sino de un conjunto de planos de una sensibilidad narrativa inconmensurable. Kaplanouglu y su director “de luz” están perfectamente compenetrados para asombrar al espectador, uno con una capacidad narrativa en la dirección de actores y en el manejo de los tiempos y el otro para envolverlo todo de magia y poesía lumínica (y esto lo digo literalmente).
 
No hay posibilidad de que ningún plano aburra, porque la luz, lo que ocurre explícita e implícitamente y el interés y empatía que despierta Yusuf son de magnitud 9. La visión poética no obstaculiza la narración en ningún momento sino que la complementa, de hecho ambas se complementan a la perfección.
 
Yo sólo le pondría un pero: me gustaría algo más de contraste entre la primera parte (el padre está) y la segunda (el padre ya no está). Pero, qué diablos, cuando uno encuentra una joya sólo queda quitarse el sombrero y decir aquello de “Semih,tío, lo has bordao”.
 
Por desgracia, “Miel” acabará en los cineclubs para que lo vean sólo cuatro listillos… para el resto de nosotros nos dejan exclusivamente las educativas y humanistas “Fast and furious” o “Torrente IV”. Y luego nos quejaremos de que la peña sea cada día más y más bruteja…

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