jueves, 17 de febrero de 2011

Hablando de... "True Grift"

Hoy Jesús Ángel Rodríguez nos trae unas cuantas palabras para los Coen y su nuevo film "True Grift"... para los que aún después de "Burn After Reading" pensabais ir al cine a ver una de los hermanos:

La última de los Coen… ¿de los Coen?

A ver. Recapitulemos. Si los hermanos Coen fueran unos pringaos cualquiera, “True Grift” podría pasar por ser un Western “atípico” con personajes de diálogos “extra-temporales” y “curiosos” cuya trama es simple como pajarillo primaveral y que posee algunas buenos planos dignos de mención, como el inicial que abre la película. Fin.

Pero ahora, recordemos que los Coen son la misma gente que escribió, produjo y dirigió películas titánicas como “Muerte entre las Flores”, la monumental “El gran Lebowski” o la libre y divertidísima adaptación de la Odisea “Oh, Brother” por nombrar sólo algunas de sus obras maestras.

¿Cómo es posible? Ah! Ya está. “Valor de ley” es lo que ocurre cuando cruzamos a Spielberg y sus fieles productores con los Coen: un híbrido, intragable, conservador in extremis, aburrido, fatuo, sin nada interesante que contar, con un Jeff Bridges en un papel indigno, un Matt Damon pasable y una niña “extraña” e indefinible.


Buena fotografía (nada nuevo en el país de la fotografía de pasta gansa).
Con sinceridad: John Wayne estaba no sólo mucho mejor sino que hasta parecía liberal-progresista al lado de su remake.

¡No, no!, dirán los Coen. Es que queríamos mostrar el lado existencial de los personajes. La inutilidad de la violencia. La “desmitificación” de… Ya saben el rollo, ¿no? Para hablar de la burguesía filmamos “Walking Dead”, para atacar la violencia gratuita “Funny Games” y como Western crepuscular , “True Grift”. A otro con esas.

Por cierto ¿les he dicho que en toda la película no pasa casi nada y es de los Coen? ¿Sí?

Puedo perdonar a otros, pero a los Coen no les paso ni una: porque sé que son geniales y el cine no puede prescindir de ellos. No ahora. Joel, Ethan: volved pronto y mandad al carajo a Spielberg: él puede permitirse ser un carca. Vosotros no.

¿Óscars? ¿Por qué? ¿Por esto?

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