jueves, 3 de marzo de 2011

Hablando de... Pa negre

Si.... Al final no hablamos de los Oscars -gala bastante sosa y presentada por el duende verde, no te digo más-, pero con el puente de Andalucía de por medio todo se trastocó, además debido a mi apuesta personal por "Origen" y su guión, he tenido que tragarme (y atragantarme) con "Transformers II", (cuando lo supere le haré una crítica atroz...) Para ir situándonos de nuevo, Jesús Ángel Rodríguez nos habla de "Pa negre" a ver que opina...

Pan negro (Pa negre)

Lo primero, mi felicitación a Agustí Villaronga por su premio: es un gran tipo que ama su trabajo y ama dirigir actores y se merece este premio.
 
Seamos ahora algo más analíticos: una fotografía y una luz cuidada y que hunde en la profundidad a nuestros personajes. Unos niños muy buenos (me duele decirlo, pero los niños a veces se cargan las películas españolas). Un ambicioso comienzo con un plano espectacular de caída de un carro con caballo incluido: ¿por qué no gastarse un dinero cuando el plano es necesario? Todos los actores están muy, muy bien, Nora Navas incluida por supuesto… quizás el “angelote” no acaba de convencerme… pero bueno.



La historia, “la raíz de mal es el secreto y la incoherencia/engaño”. Todo el guión está orientado a ello y en ello da leña: nada que objetar… salvo que quizás, cuando se dedica todo un comienzo de película y todo un planazo “caro” a un crimen, habría sido buena idea hacer del crimen algo más “explícito” en el guión. Sin embargo, Agustí se centra en el relato sociológico de una época negra, negrísima como el pan que pueden comprar los perdedores.
 
Curiosidad del cine español: unos títulos de crédito originales y a la Harry PotterTM.
 
Otra curiosidad: el niño protagonista duerme sobre un tejado. Plano que dura 3 segundos y que va entre otros dos sin mucha relación. ¿les gustó y punto? A saber, je,je.
 
¿Quién dice que el cine español nunca es interesante? El cine español es interesante a veces y bodrio a veces, eso sí cuando es bodrio logra altas cotas… bueno eso y que somos un pelín cainitas con nosotros mismos ¿no creen?

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