jueves, 10 de febrero de 2011

Hablando de... Poetry

Primero mis disculpas por la dejadez de esta semana... (las altas instancias me requieren de vez en cuando). Menos mal que tenemos a Jesús Ángel Rodríguez, nuestro adicto al cine particular, para hablarnos de cine del bueno: hoy "Poetry" de Lee Chang-don

Poetry: ¡Madre mía qué buenos son estos tíos!

Una niña aparece ahogada en un río. Al parecer había sido objeto de abusos y violaciones por 6 compañeros de curso durante varios meses. Los padres de las criaturitas deciden tapar el asunto a base de dinero. Uno de los niños (WOOK) es criado por su abuela, la amable, optimista y nueva alumna en un curso de poesía y que además protagoniza la película.

¿Qué quieren que les diga? Que el cine de Oriente empieza a superar con creces el interés del cine Occidental. Pues sí. Así es. Las historias no ocurren: fluyen. Los dilemas son tan sutiles y narrados con tanta delicadeza que parecen rozar la conciencia del espectador. La cámara es testigo fiel de emociones escondidas, traiciones y comportamientos infernales, pero nunca nos lo muestra del todo, nunca se acerca tanto como para que la realidad se “barroquice” y emponzoñe (como suele ocurrir tan a menudo en el cine de Mihail Haneke o Von Triers: oye, cada uno tiene sus gustos y para denunciar no siempre hace falta mostrar). 


 La actuación de Yun Junghee es “otra cosa”: contenida, siempre dentro del personaje y llena de movimientos y gestos sutiles. No sé: uno se queda pegado a esa mujer encantadora y sensible que empieza a olvidar los “sustantivos” y que intenta que su abobinable nieto Wook reaccione y le demuestre que es un Ser Humano y no un robot caníbal fruto de videojuegos y televisión basura.

Sólo una pega… (¿a que ya se la imaginan en un tipo tan pesao como yo?) … en algunas escenas hace falta un trípode. Repito: no hay nada de malo en rodar una peli entera cámara al hombro. Lo que no entiendo es usarlo intentando que no lo parezca. No lo comprendo ni lo comprenderé jamás. Tener un plano fijo en una concina en el que de vez en cuando vemos que “aparece y desaparece” un trocito de techo es molesto, feo y sin sentido.

Sin embargo la maravilla que es Poetry supera cualquier manía que este pringadillo les pueda transmitir. “Poetry” es inenarrable. Hay que verla para volver a saber el significado del Cine, de la narración y de otra forma de entender el Arte Cinematográfico. Por supuesto, absténganse aquellos que objetan que el Cine es sólo un producto. Es más: pasen de mí.

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