TRANSFORMERS I: ¡Dios Bendito!
¿Recuerdan el órdago que me echó la jefa sobre hacerme ver Transformers I (y II)? Pues por mis dos mandangos que me vi Transformers I (con el II ya no puedo).
He de reconocer que he vivido toda una experiencia de regresión…
Vamos por partes: ¿Qué ocurre cuando la velocidad de cortes en una película supera los 5 por segundo? Que sólo puede mantener la atención un chico o chica de 14 años bien entrenado en la Wii y los vídeos musicales de Justin Timberlain (u otros genios semejantes).
¿Y qué ocurre cuando una película va de unos coches que se metamorfosean en robots de otro planeta? Pues que sólo deberían pagar 9 euros incautos de 10 años y/o japoneses.
Pero sigamos con lo que debería ser (y no fue). ¿Qué le pasaría a un actor protagonista con cara de palurdo y menos chicha que la paleta de jamón que me regalaron estas Navidades?
Pues que protagonizaría una peli y luego volvería al supermercado del que salió.
Y, por último, ¿que le debería suceder al susodicho Michael Bay tras dirigir Transformers I?
Claramente: volver a la MTV a dirigir vídeos de Lady Gaga.
Realidad: sobre la velocidad de cortes: lo llaman montaje de acción. Sobre la taquilla, se llenaron cines y cines. En cuanto a Michael Bay, el tío sigue por ahí sembrando el mundo con Transformers y otras sutilezas. Y el actor Shia LaBeouf ha destrozado Indiana Jones, Wall Street II (la verdad es que tampoco tuvo que esforzarse mucho para ello en ninguna de las dos) . Ahí está: todo un campeón.
Moraleja: Ya ven lo poco, poquito que deben hacerle caso a este pedazo de inútil que les habla… eso sí: hay que ver qué ingenieros y diseñadores gráficos tienen en Hollywood.
Ah! Ya la última. ¿Adivinen quiénes habrían sido perfectos para rodar la escena de la tía buena y el coche del protagonista? Acertaron: Andrés Pajares y Fernando Esteso.
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