viernes, 14 de enero de 2011

Hablando de... También la lluvia (otra vez)

Como a nuestro crítico Jesús Ángel Rodríguez se le han subido las vacaciones  a la cabeza, hoy repite crítica. Que bien mirado, está muy bien para contrastar opiniones, asi que he sido benevolente y le he indultado. Eso si, para la semana siguiente le obligaré a ver Transformers I y II.

También la lluvia

Después de reconocer públicamente mi admiración por Icíar Bollaín y Paul Laverty (este último mi guionista progre predilecto que a todos se nos acaban intuyendo la formas) vamos al meollo: la peli en sí (no en-sí ni para-sí que eso lo dejo para Cahiers Du Cinema y asociated)

Sinopsis: Un equipo de rodaje español llega a Bolivia para rodar (por dos duros, claro) una historia anti-colonialista: qué mala leche tiene este Laverty!


Directa y clara en su proceso narrativo: Laverty dando caña a diestro y siniestro. La colonización no ha acabado, pero ahora las cruces llegan en “helicóptero” (¿Fellini? No lo sé, pero la metáfora es perfecta y punto.) 

Bollaín pone punto en boca a todos aquellos ceregumiles que afirman que “las tías” sólo saben hacer cine “raro”. Pues no. Las tías saben mover la cámara (y el montaje) como cualquiera. Lo que pasa es que suelen tener en mente cosas diferentes a “aliens, tetas y más aliens” y por eso usan la técnica de un modo que a mucho cenutrio suele dejar desconcertado. Pero Bollaín tira aquí de técnica narrativa dura y demuestra que cuando hay que ponerse a correr se corre y cuando hay que disparar, se dispara. Sobre actores: Gael García Bernal está muy leve pero puede que eso sea parte del perfil del personaje. Tosar está algo pasadillo en sus escenas de “manos a la cara que estoy dubitativo” pero como gran actor que es, pase. Elejalde es el personaje de la peli. Es seguro que Laverty no pudo imaginar que el personaje cínico, borracho, desgarrado y “sin nadie que le espere” iba a encarnarse en Elejalde con tal fuerza que iba a acabar desbancando al ‘director’ y al ‘productor’, supuestos personajes principales junto a Daniel que está perfecto en su lugar de actor no profesional (no sé si porque lo es ). 
Llegamos a uno de los dos problemas del guión: primero, los personajes de Bernal y Tosar dudan demasiado y cambian demasiado: no es creíble que en cuestión de 3 minutos alguien pase a ser villano egoísta, santo, luego villano otra vez y luego santo: yo al menos no me lo creí. ¿Adivinen de quién sí nos lo habríamos creído? ¿Recuerdan al borracho, cínico, desesperado al que no espera ya nadie? Ése es el personaje que se lanza como un kamikaze a salvar a la hija de Daniel. Ése es el personaje dividido casi de modo esquizofrénico del que el público lo espera todo. 
Segundo, Laverty intenta el doble o nada y al igual que Karel Reisz en “La mujer del teniente francés” mezcla película y película dentro de la película. En la película de Reisz las dos películas (la real y la ficticia) tienen un desarrollo completo, complejo y relacionado. No ocurre lo mismo en esta película en la que la narración de la “peli-dentro de la peli” está apenas esbozada. ¿Laverty lo hace a propósito para llamar la atención sobre lo que realmente es o no importante? Puede ser. Ya saben: Laverty y yo somos progres y los progres nos apoyamos los unos a los otros… casi siempre.

¿Errores de dirección? Sí!!! A ver niños y niñas: lección de cine para adultos. Nunca, nunca se mezclan encuadres bien hechos con encuadres sin trípode. No tiene sentido, es feo, una chuminada vamos. Cámara al hombro sí en: persecuciones dinámicas, perros zombies que persiguen a tía en pelotas, primeros planos de tensión dramática o si se nos acaba el tiempo y no tengo un trípode a mano. Pero un movimiento en “L” a lo tonto montado junto a contraplanos fijos es propio de la peor TV: muy lejos del nivel que yo sé que tiene esta gran cineasta. En fin. Nadie es perfecto y quizás el montador se quedó sin material. Todo podría ser. ¿Qué no estáis de acuerdo? Bueno. Allá vos.

Y para acabar, “la polémica de la semana”: menos mal que tenemos a Bollaín y a Laverty para hablarnos de cosas muy serias. ¿Sobre genocidio? Salen indígenas. ¿Sobre abuso? Un productor contrata por dos euros al día a los extras y les sobra. ¿Neocolonialismo y lucha social? Los indígenas luchan por su agua. ¿Se imaginan de qué voy? Exacto. Cameron nos habla de “alienígenas” para hablar de ecología. Darabont hace una serie con zombies para hablar(jura él) de relaciones humanas. Y cierto director (soñando con Polanski) filma una peli de endemoniadas para analizar(dice) la familia burguesa. ¡Anda a tomar por saco! Gracias Paul, gracias Icíar!!!!!! Esperamos la siguiente de Ken Loach como agua del cielo.

Nota: No entro en la calidad técnica de las pelis indicadas. Eso es otra cosa.

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